Cuando un astronauta va a una caminata espacial, necesita de un sistema de sostén vital que le proporcione oxígeno y otros elementos vitales en el vacío del espacio exterior. De manera similar, el bebé que se está desarrollando en el espacio lleno de líquido de la matriz no puede respirar aire o nutrirse con alimentos, por lo que necesita un sistema que lo mantenga vivo y lo conecte con el torrente sanguíneo de su madre. Este sistema es la placenta, que posee sus propios vasos sanguíneos, conectados con el embrión por un pequeño cordón.