Félix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847). Este famoso compositor alemán, uno de los más altos exponentes de la escuela romántica, mostró genial precocidad desde sus primeros años en su doble aspecto de pianista y de compositor. A los diez años actuaba en público como integrante del Trío Wolfl, y la Singakademie de Berlín estrenó en 1819 una cantata suya sobre el Salmo XIX. La década comprendida entre este año y 1829 fue de extraordinaria producción, no obstante su juventud. Compuso Las Bodas de Camocho, única ópera que le fuera representada, otros ensayos teatrales que no llegaron a terminarse, y más de 50 piezas para piano y para pequeños conjuntos instrumentales, algunas de alto valor, pero todas de gran utilidad para ejercicio de su talento de compositor y para perfeccionar su técnica de sinfonista original e innovador. A los 20 años Mendelssohn estrenó en Londres su Sinfonía en Do y la obertura de la suite Sueño de una Noche de Verano. Después de un largo viaje por Francia y por Italia, con el que complementó su cultura musical, Félix Mendelssohn volvió a Londres para dividir sus últimos años entre Alemania y la Gran Bretaña, como director de orquesta y de instituciones corales y para dar cima a una extraordinaria labor de compositor.
Mendelssohn abordó todos los géneros musicales de su época, despertando admiración por el vuelo poético de su inspiración, la originalidad y elegancia de sus invenciones melódicas, la riqueza de sus recursos orquestales y su talento innovador respecto a la armonía. De su extensa producción han alcanzado merecida celebridad la citada suite (cuya marcha nupcial goza de inmensa popularidad), cuatro sinfonías y una quinta para orquesta, solistas, coros y órgano; dos conciertos para piano y orquesta y uno para violín y orquesta, pieza predilecta de los grandes violinistas; seis oberturas sinfónicas, de las que La Gruta de Fingal es la más difundida; Paulus, Elias, La Noche de Walpurgis y otras cantatas y oratorios, especialmente sobre los Salmos; diez cuartetos para cuerdas y otras obras de música de cámara; tres preludios y fugas y seis sonatas para órgano, y una rica y variada producción para piano, que incluye ocho cuadernos de sus famosas Romanzas sin Palabras, forma musical de la que fue el creador.