Entre los griegos la vida era distinta para hombres y mujeres, ricos y pobres. Los hombres gobernaban las ciudades y pasaban largas temporadas en guerras lejos de su hogar, mientras que las mujeres atendían la casa y pocas veces salían. La mayoría de las familias con recursos tenían esclavos, que hacían las tareas domésticas y manuales pero carecían de derechos y libertad.