Los habitantes de las pampas, en la región del Río de la Plata, que ocupan gran parte de la Argentina y del Uruguay, recibieron el nombre de "gauchos". A este nombre corresponden costumbres y vestidos característicos. El gaucho es un jinete excepcional; se dedica especialmente a la ganadería.
El gaucho estuvo en contacto directo con los indígenas, pero ambos se encontraron en hostilidad mutua casi constante, porque aquél era principalmente de raza blanca, criollo, adaptado a la tierra a través de varias generaciones.
Los gauchos crearon un modo de hablar, música, canciones y bailes muy característicos. Formaron un tipo popular auténtico. Con el tiempo, las transformaciones sociales y económicas de la pampa modificaron sus formas de vida y de trabajo. El verdadero gaucho fue desapareciendo, pero quedó la leyenda. El tipo ideal se ha conservado en la literatura y en la tradición, con su vitalidad y fuerza como símbolo, tal como lo fue en la realidad.
La literatura popular se ha enriquecido con los pintorescos relatos y coplas del género gauchesco; el vocabulario regional y el estilo característico de las narraciones tradicionales de la vida del gaucho han dado lugar a estudios literarios muy interesantes. El poeta argentino José Hernández compuso el célebre poema intitulado "Martín Fierro", en el que narra las hazañas, las luchas, las alegrías y tristezas del gaucho.