Un adulto tiene entre 4 y 6 litros de sangre. Cuando mueren las células sanguíneas viejas, se crean otras nuevas dentro de los huesos, en la médula. Existen ocho grupos sanguíneos distintos y cada persona tiene uno. Si alguien pierde mucha sangre en un accidente, los médicos comprueban cuál es su grupo sanguíneo antes de ponerle la de otra persona.