Nacido en la localidad francesa de Dole en 1822, Louis Pasteur se doctoró en la Escuela Normal de París en 1847 y empezó a explicar Física en el Liceo de Dijon. Pronto ocupó en Estrasburgo la cátedra de Química y posteriormente fue trasladado a Lille como decano de la Facultad de Ciencias. Tres años más tarde marchó a París, para desempeñar la dirección de estudios de la Escuela Normal de la capital francesa.
En 1859, la Academia de Ciencias de París concedió un premio al mejor trabajo sobre el tema de la génesis de las enfermedades. Al concurso acudió Pasteur, que tenía hechos una serie de experimentos sobre los microorganismos causantes de la fermentación del vino, y en los que había venido a demostrar que los agentes de las fermentaciones eran unos gérmenes existentes en el aire; era suficiente filtrar o esterilizar el aire para que líquidos muy fáciles de alterar se mantuvieran inalterados. En base a todo ello, en su trabajo Louis Pasteur venía a demostrar que ciertos microorganismos (los microbios) eran los causantes de las enfermedades contagiosas. Pero estas aportaciones decisivas de Pasteur a la medicina, la asepsia y el estudio de la patología bacteriológica, han sido eclipsadas por su aportación médica más famosa, el tratamiento preventivo de las enfermedades infecciosas mediante la inmunización por medio de vacunas. El médico inglés Jenner se había adelantado ya en el empleo de una vacuna antivariólica, pero fue Louis Pasteur quien planteó la inmunología sobre unas bases racionales que permitieron generalizarla. Comenzó experimentando una vacuna contra el carbunco, el mal infeccioso de algunos animales domésticos que, cuando se transmite al hombre, provoca a éste la llamada pústula maligna. Pasteur preparó una vacuna que administró a 25 ovejas y luego inoculó gérmenes normales de carbunco a las mismas ovejas y a otras 25 no vacunadas; éstas murieron y, por el contrario, las vacunadas siguieron con vida.
El mayor éxito en el campo de la inmunología conseguido por Pasteur fue su vacuna contra la rabia, enfermedad de mortal efecto para el hombre. Pasteur consiguió cultivar y atenuar virus de la rabia en el sistema nervioso de los perros; comenzó a experimentar en 1881 y en 1885 se decidió a hacer la primera vacunación en un ser humano. Los resultados fueron clamorosos y la rabia dejó de ser un mal incurable. Con Pasteur la medicina dio un paso de gigante en campos tan importantes como la bacteriología y la inmunología.