La mayoría de las inundaciones las producen las lluvias excepcionalmente grandes. Las mismas lluvias pueden inundar los campos y la región, pero el daño máximo se produce cuando pasan de la tierra a los ríos. Si el río no puede contener todo el exceso de agua que recibe, sobrepasará sus orillas, inundando los campos que lo rodean. Puede arrasar las casas y ahogar gente y animales. Si la nieve profunda se funde rápidamente, puede producir una inundación mucho después de las primeras nevadas.
Algunos lugares tienen una estación de lluvias intensas y los ríos las inundan regularmente. El Nilo en Egipto inunda sus orillas también con regularidad todos los años, debido a las grandes lluvias en sus fuentes a miles de kilómetros. Esta clase de inundaciones puede ser muy útil en la fertilización de las tierras.
Otro tipo de inundaciones desastrosas es el que se produce por las marejadas o tsunamis. Estas olas gigantescas las provocan las erupciones y los temblores submarinos.