Los desiertos son regiones de la superficie de la Tierra pedregosa o arenosas, donde hay muy poca o ninguna vida vegetal. Como es vital para las plantas un buen suministro de agua, para que puedan desarrollarse todas sus variedades, los lugares que tienen muy poca o nada de agua, son adecuados para convertirse en desiertos. La mayor parte de los desiertos arenosos se encuentran en el centro de grandes extensiones de tierra, en las partes más calurosas del mundo. Los vientos que soplan sobre estas áreas, se mueven desde la tierra hacia el mar, por lo que no llevan lluvia. También, el Sol fuerte seca las pequeñas cantidades de humedad que se presentan allí.
El Desierto del Sahara en el norte de África, es el más grande del mundo. Cubre 8.4 millones de kilómetros cuadrados. Una vez que se ha formado un desierto arenoso, puede principiar a extenderse. La ilustración muestra cómo se mueven las dunas de arena con el viento, para cubrir más áreas fértiles, convirtiéndolas también en desierto.
Los desiertos fríos también están libres de vida vegetal. Aunque pueden tener mucha agua, ésta se encuentra en forma de hielo y nieve. El Desierto Gobi de Mongolia es un ejemplo de éstos.