¿Por qué los trenes necesitan vías?
El tren nació sobre las vías y aún sigue corriendo por ellas. Los motivos de este binomio tren-vía surgen del propio origen del tren: tanto en la época de la tracción animal como en la de la máquina de vapor, el problema que se planteaba era el de eliminar al máximo el roce. El progreso técnico, la expansión y la consolidación de los transportes ferroviarios aumentaron la importancia de las vías, gracias a las cuales los viajes resultaban más seguros, rápidos y cómodos. Desde las vías de hierro colado, que se estropeaban en pocos meses, hasta las de hierro y las definitivas de acero, podemos decir que se ha registrado un progreso constante e ininterrumpido. Hoy las vías son muy largas y empalman unas con otras para evitar las sacudidas.