Durante el día, la temperatura en el desierto puede alcanzar los 50 °C, pero las noches pueden ser heladas. Debido a estas duras condiciones sólo sobreviven las plantas y los animales más fuertes.
Entre las plantas del desierto están los cactos, que almacenan agua en sus tallos. Hay animales como los jerbos, que permanecen en frescas madrigueras subterráneas durante el día, y los camellos, que resisten varios días sin comer ni beber.
Los desiertos cubren una octava parte de la superficie de la Tierra. Se dividen en fríos y cálidos. Los fríos, como el de Gobi, tienen veranos muy calurosos pero inviernos igualmente fríos. Los calientes, como el del Sahara y el de Arabia, todo el año son cálidos durante el día y fríos en la noche.
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