El Sol, que puede ser considerado un enorme reactor termonuclear, puede ofrecer al hombre una ayuda que hoy en día es difícil calibrar con exactitud. Desde el año 1955 existe la Solar Energy Society, asociación internacional cuya finalidad es profundizar en las investigaciones acerca del Sol, para obtener datos sobre la forma de utilizar sus radiaciones.
Hasta hoy se han realizado algunos aparatos capaces de utilizar la energía solar.
Uno de ellos es el faro Crossness, situado en el estuario del Támesis, que aprovecha el Sol transformando su luz en electricidad, alimentando así las baterías que son necesarias para encender su foco. En las cercanías de Nervi se han experimentado tres centrales de energía solar: unos espejos circulares especialmente diseñados hacen converger los rayos del Sol sobre una caldera, en la que se genera vapor destinado a producir fuerza motriz.
Las baterías de muchos satélites artificiales suelen alimentarse también por medio de la energía solar.