El trébol es un obrero eficaz y maravilloso que colabora con el agricultor. Produce excelente pasto; es muy beneficioso para el ganadero, cuyas vacas lustrosas y satisfechas se hunden hasta la rodilla en los campos durante la primavera. Se puede segar un campo en los comienzos de invierno y hacer más tarde otra siega para recoger simiente. Donde hay una larga y favorable estación de cultivo, se pueden realizar varias siegas, después de cada una de las cuales, las plantas crecen de nuevo sin necesidad de ser replantadas.
Es, además, un fertilizante para el suelo, ya que en vez de agotarlo, como hacen la mayoría de los cultivos, lo enriquece. Los cereales y las raíces alimenticias se nutren de las capas más superficiales, mientras que el trébol, provisto de grandes raíces, lo hace de las más profundas. El valioso alimento de la planta obtenido de esta forma se añade al suelo para la cosecha del año siguiente, cuando las raíces envejecen o cuando se revuelve el trébol con la tierra para que sirva de abono.
Más importante que esto es el hecho de que sobre las raíces de estas plantas, vivan ciertas bacterias que absorben el nitrógeno atmosférico y se alojan en los nodulos o nudosidades, lo mismo que en todas las leguminosas, como la alfalfa; las bacterias ceden el nitrógeno a la planta y ésta lo combina con las demás substancias alimenticias que toma del suelo para formar sus proteínas o substancias nitrogenadas. Este es el secreto de que se obtenga una excelente cosecha de maíz donde se cultivó trébol el año anterior.
El trébol dulce o meliloto, aunque no sea uno de los verdaderos tréboles, se parece a ellos en muchos aspectos y pertenece al mismo grupo de las leguminosas. En otro tiempo, se consideraba como una hierba perjudicial. Solamente lo apreciaban los colmeneros, pero actualmente, lo consideran útil todos los agricultores. Puede cultivarse en tierras demasiado pobres para otros cultivos y en condiciones climatológicas que no soportan los verdaderos tréboles y la alfalfa. Contribuye también grandemente a la formación del suelo, porque sus raíces llegan hasta una profundidad de 4 ó 5 metros, o más, e infestan la tierra de bacterias asimiladoras de nitrógeno, tan beneficiosas para los cultivos.
Se conocen más de 400 especies de trébol. Todas ellas crecen en las mejores condiciones en las regiones templadas de Europa y América. El trébol común encarnado es una de las más antiguas; el trébol mamut rojo es una variedad mejorada procedente del común encarnado; el sueco prospera en terrenos demasiado húmedos para el encarnado y es una planta muy buscada por las abejas; el blanco u holandés arraiga en todos los terrenos dedicados a pasto o a prados; el carmesí o italiano, que se utiliza como una siembra de protección en las huertas, se cultiva también por los jardineros como una planta de adorno. Un trébol procedente de Egipto, el berseem, ha sido introducido en América del Norte para ser cultivado en los suelos alcalinos del Sudoeste.
Una planta importante relacionada con el verdadero es la lespedeza, que se cultiva para pasto y pienso en la parte meridional de América del Norte. Las principales especies de lespedeza son la japonesa y la coreana. También existe otra planta, llamada medicago o mielga, que se parece mucho a la alfalfa y se cultiva para pasto.
Con el nombre de trébol, se designan muchas otras plantas de tres hojas, como la aleluya.
Los verdaderos tréboles pertenecen a un género de la familia de las fabáceas o papilionáceas, llamado Trifolium porque sus hojas se dividen en tres hojitas o foliólas (está muy extendida la superstición de que el trébol de cuatro hojas da buena suerte). Las flores son encarnadas, blancas, carmesíes o amarillas, y se disponen en cabezuelas o racimos. El nombre científico del trébol encarnado es Trifolium pratense; el del blanco, Trifolium repens; el del irlandés, Trifolium dubium, de flores amarillas; el sueco, Trifolium hybridum. Los tréboles dulces o melilotos pertenecen al género Melilotus; el trébol japonés o lespedeza del Japón es la Lespedeza striata; la lespedeza de Corea es la Lespedeza stipulacea; y el medicago o mielga corresponde a las especies Medicago arabiga y Medicago hispida.