Los copos están hechos de pequeños granos de hielo. En lugar de llover, a menudo nieva en invierno.
Durante el invierno, los rayos de Sol llegan oblicuamente en ciertas regiones. Cada unidad de superficie recibe menos calor que en las otras estaciones. El aire atmosférico está suficientemente frío, incluso al nivel de la corteza terrestre, para que las gotitas de agua se transformen en cristalitos de hielo, que constituyen los copos de nieve y llegan hasta el suelo sin fundirse.