Su vestimenta consistía en una túnica (larga hasta las rodillas en los hombres y hasta los tobillos en las mujeres) y en un par de pantalones estrechos y ajustados.
Tanto los hombres como las mujeres se acicalaban con preciosas alhajas finamente trabajadas: collares, brazaletes, hebillas, anillos y otros diversos objetos de oro y de plata.
POLITICAMENTE DESUNIDOS
Dada la enorme extensión del territorio ocupado por la celtas, podría suponerse que los mismos habían constituido un vasto Estado. Y, sin embargo, no fue así: los celtas no estuvieron nunca unidos políticamente. La característica de este antiguo pueblo fue la de permanecer siempre dividido en un gran número de tribus, frecuentemente en lucha entre sí. La religión, la lengua y las costumbres fueron los únicos elementos que les dieron cierta unidad. Algunas de las muchas tribus en que estaban divididos los celtas llegaron a ser bastante numerosas y poblaron a lo largo de los siglos extensos territorios. Tal es el caso de los galos (en la actual Francia), los belgas (en la actual Bélgica)., los galeses (en la actual Inglaterra) y otros más.
A su vez, estas poblaciones estaban divididas en numerosos grupos independientes y a menudo rivales entre sí. Los galos, por ejemplo, estaban constituidos por unos sesenta de estos grupos, entre los cuales los más poderosos eran los de los auvernios, los eduos, los secuanos y los parisios. Éstas son, precisamente, las poblaciones célticas de las cuales nos habla Julio César en la obra mencionada.
AGRICULTORES Y PASTORES
Los hallazgos hechos durante las excavaciones arqueológicas nos revelan que los
celtas se dedicaron a la agricultura y a la cría de ganado. Efectivamente, entre los restos de sus viviendas se encontraron muchos instrumentos para el trabajo de la tierra (arados, rastrillos, etc.) y una gran cantidad de huesos de animales domésticos (cerdos, ovejas, cabras, bueyes, caballos), criados, sin duda, por estos pueblos. En el siglo pasado la ciencia arqueológica se ocupó de investigar los monumentos y restos célticos, llegando así a conocer sus costumbres e historia.
Por los restos encontrados en las excavaciones, ha sido posible darse una idea bastante exacta de sus viviendas. Éstas eran, por lo común, rectangulares, construidas con piedras y vigas de madera. Generalmente la casa se edificaba dentro de un recinto de piedra. En cada vivienda se encontró un orificio circular, excavado en el terreno; se supone que servía para la conservación de cereales.