Los 5 grandes lagos norteamericanos, situados en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, son tan extensos que parecen auténticos mares y se puede navegar por ellos sin divisar tierra en el horizonte.
Cuatro de los cinco Grandes Lagos desempeñan el papel de frontera entre Canadá y Estados Unidos. El nivel del lago Superior rebasa el del Michigan y ligeramente el Hurón, y sus aguas se vierten en ellos a través de un salto de 6 metros de caída de 1 200 metros de extensión: el salto de Santa María. El Erie recibe a su vez las aguas de los tres anteriores y los canaliza hacia el Ontario, que se encuentra a un nivel 100 metros inferior. Esta diferencia de altura da lugar a las más célebres cataratas del mundo: las del Niágara. El río San Lorenzo y diversos canales permiten a los barcos pasar de los grandes lagos al Atlántico.