En el lugar donde se encuentran actualmente las cordilleras montañosas existían hace millones de años profundas fosas marinas, los sinclinales, que han ido acumulando espesas capas de sedimentos. Los fondos marinos se han ido hundiendo progresivamente dando lugar a fenómenos geológicos muy complejos en el interior de la Tierra. Al mismo tiempo, los movimientos de la corteza terrestre provocaban enormes presiones que motivaron el lento plegamiento de los sedimentos y su elevación posterior en la forma de montañas, todo esto ocurría mismo tiempo que las rocas cristalinas eran puestas al descubierto por la erosión.
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