La mecanización de las minas simplifica el trabajo y, al mismo tiempo, aumenta el rendimiento. La perforadora rotativa es una sierra circular (o sierra-cinta) capaz de cortar enormes trozos de carbón. Una especie de gigantesco cepillo de carpintero arranca el carbón y unas pinzas mecánicas lo recogen. Una cinta sin fin lo transporta hasta un ascensor de cangilones situado, en algunos casos, a varios kilómetros de distancia, que lo sube a la superficie; allí es lavado, seleccionado, cribado y cargado automáticamente en vagones.
Muchos de los mineros de nuestros días ya no extraen el carbón a golpe de pico o de zapapico. Suelen emplear la perforadora neumática. Sin embargo, la perforadora rotativa es una máquina aún más potente y más rápida