Algunas plantas como el muérdago y la cuscuta roban el alimento y el agua de otras plantas vivas. Estas "ladronas" se llaman parásitas. Trepan y se enroscan al tronco o a las raíces de la planta que las hospeda. Mientras trepan, producen los haustorios, órganos similares a raíces, que penetran el tronco de la planta sobre la que viven para extraer el alimento.
El muérdago crece en manzanos y robles. Es parcialmente parásita pues también puede fabricar su alimento. En algunos países la gente cree que el muérdago es mágico. Por ello lo cortan y usan en amuletos de buena suerte.