Las flores contienen la parte femenina y la masculina de las plantas. Ambas son necesarias para producir semillas. Algunas flores pueden contener en sí mismas los órganos masculino y femenino. Otras tiene la una o la otra.
La parte masculina genera un fino polvo llamado polen, que es el que te hace estornudar cuando sufres de alergia. Para producir una semilla, el polen debe ir de la parte masculina a la femenina. Esto se llama polinización. Es poco frecuente que la polinización ocurra en la misma flor, aunque la planta posea la parte femenina y la masculina. Pero si las plantas no pueden moverse, ¿cómo puede ir el polen de la parte masculina de una flor a la parte femenina de otra flor?
Las plantas tienen varios ayudantes para transportar el polen. Los principales son los insectos, como abejas y mariposas, y el viento. Otros animales, como aves y murciélagos, son ayudantes menos corrientes. Pero primero, las flores deben atraerlos para que las visiten.
Las formas, los colores y los aromas de las flores, al igual que el dulce néctar que almacenan, atraen a los animales que las ayudarán en la polinización. Cuando éstos se posan en las flores para alimentarse, el polen se les adhiere a su piel. Al visitar a otra flor una parte del polen cae y si alcanza la parte femenina de la flor, podrá formarse una semilla.
El amento y otras flores que se sirven del viento para polinizarse son poco llamativas y sin aroma, pues no necesitan llamar la atención de los animales. Pero flores como la madrselva, los pensamientos y los girasoles, poseen dulces aromas y vistosos pétalos que atraen a los insectos para la polinización.
Plantas con flores
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