El chocolate no sólo es un gusto para la lengua, es una sopa de muchos compuestos que afectan el cerebro, incluyendo la cafeína y teobromina. Y es cierto: el chocolate afecta a las mujeres de manera diferente que a los hombres, dice Anthony Auger, profesor asistente de psicología en la Universidad de Wisconsin-Madison.
Auger, que estudia las diferencias de sexo en el cerebro, está de acuerdo en que las mujeres tienen un fuerte deseo natural por el chocolate. Esta distinción también la encontramos tan abajo en la escala evolutiva como en las ratas, donde las hembras de estos roedores se sienten atraídas especialmente por el grano bendito. La diferencia se encuentra, probablemente, en los ciclos femeninos que tienen que ver con el aumento y caída de los estrógenos como de la progesterona, dice Auger.
Un nuevo estudio mostró que el chocolate también afecta el cerebro de manera diferente después de que se ha comido. Resonancias magnéticas (RM) del cerebro mostraron que el hipotálamo era menos activo en las mujeres después de consumir grandes cantidades de chocolate. Como el hipotálamo ayuda a regular la ingesta de alimentos, esto podría explicar por qué el chocolate es más probable que reduzca el hambre de una mujer.
El estudio también encontró cierta disminución de la actividad en la amígdala, un centro emocional clave en el cerebro. "Estoy intrigado", dice Auger, "porque la amígdala no sólo regula las emociones positivas y negativas, sino también el comportamiento sexual y el deseo. Así que el chocolate tiene un impacto potencial sobre esos comportamientos, aunque no hay datos directos para demostrarlo. Sin embargo, biológicamente, estas diferencias podrían ser los mecanismos subyacentes para explicar por qué los hombres y las mujeres tienen preferencias distintas, así como respuestas fisiológicas y de comportamiento ante el chocolate. "