Las monedas de oro y plata eran muy pesadas. En 800 d. C. los chinos inventaron un dinero más liviano: el papel moneda. En el siglo XV corría papel moneda por partes de Japón y la India, pero en Europa tocó cargar con monedas hasta 1660, aunque se tiene constancia también de formas primarias de papel moneda.
En la actualidad las monedas se hacen con metales baratos y ligeros. Grandes bobinas de láminas de metal se introducen en potentes máquinas que troquelan o cortan pequeños discos. Otras máquinas estampan el valor de la moneda en ambas caras de los discos, con palabras y dibujos que indican su procedencia.