Comer fuera de casa es mucho más que algo fisiológico. Ésta es la conclusión del Dr. Kai Víctor Hansen, investigador de la Universidad de Stavanger, en Noruega. La diferencia entre una experiencia agradable y una desagradable en un restaurante no está, curiosamente, en la sazón sino en la cuenta. En su estudio encontró que el tiempo de espera de la cuenta es fundamental; si ésta y el cambio demoran, o si los meseros se muestran evasivos u hostiles en el momento del pago, la experiencia puede cambiar radicalmente y ser desagradable.