¿Por qué nuestro cuerpo precisa de alimento?
Las células que forman nuestro cuerpo necesitan, para poder ser constantemente eficientes y llevar a cabo su misión, de unas substancias vitales llamadas hidratos de carbono e integradas por tres elementos químicos: el carbono, el oxígeno y el hidrógeno.
El organismo humano transforma los hidratos de carbono en glucosas, de suerte que las células puedan aprovecharlos. Utilizando una comparación muy común diremos que el azúcar o glucosa es, para nuestro cuerpo, lo que la gasolina para el automóvil: el carburante.
Aparte los azúcares, nuestro organismo precisa también de otras substancias muy importantes: las grasas y las proteínas. Las primeras proporcionan, en igualdad de peso, nada menos que el doble de substancia que las glucosas. Todos estos elementos citados, es decir, los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, se encuentran abundantemente en los distintos alimentos que ingerimos cada día. Comer se convierte, por tanto, en una absoluta necesidad para el hombre, ya que la comida suministra al organismo los elementos que le dan la energía que necesita para funcionar como es debido.
La cantidad de energía que los alimentos desarrollan ha sido calculada por los científicos por medio de una unidad de medida llamada caloría. El cuerpo humano precisa de un número distinto de calorías, según la actividad que desarrolle. Si para un trabajo ligero pueden ser suficientes 3.000 calorías, para un trabajo pesado serán indispensables 4.500 calorías diarias.