La manzana a través de la historia


    Esa fruta deliciosa, roja y redonda, supuesto símbolo del pecado original, al tiempo que mensajera de la buena sa­lud (dicen los estadounidenses que "comiendo una manzana al día, se evi­ta al médico"), es uno de los alimentos más antiguos de que se tiene noticia. En zonas arqueológicas de Asia Menor se han descubierto manzanas cultivadas, ya fosili­zadas, que datan del año 6500 A.C. Tam­bién se sabe que el faraón Ramsés II gustaba de cultivar manzanas y que, en el siglo XIII A.C. él había ordenado plan­tarlas a orillas del legendario Nilo.
   Después, los grie­gos la llamaron la "fruta dorada" del Jardín de las Hespérides, seres mitológicos que la die­ron como regalo a Hera en su boda con Zeus, dios de dioses. Los romanos, que hicieron de la agricultura un ver­dadero arte, dieron a la manzana su lu­gar de "reina de las frutas de clima frío" y crearon siete variedades dife­rentes de ella. Más tarde, en el siglo I D.C., el naturalista Plinio se enorgulle­cía de haber probado más de 36 tipos de manzanas. De esta época data la va­riedad más famosa, la Api, preferida del rey francés Luis XIV. A través de los años, la manzana se ha incorporado a la cul­tura universal: recuér­dese que fue el premio que, por ser dado a Venus como la más bella dio­sa, desencadenó la guerra de Troya. ¡Qué rica fruta... pero qué buscadora de problemas!