Las pieles de animales que han sido tratadas químicamente para suavizarlas y ayudarlas en su conservación son llamadas cueros. Diversos productos como zapatos, cinturones, maletas, bolsos, guantes, etc, están fabricados de cuero.
El cuero se puede hacer de las pieles de diversos animales como vacas, ovejas, corderos, cabras, reptiles, caballos, tiburones y avestruces. La piel del ganado vacuno es la más comúnmente utilizada. El curtido es el tratamiento químico de la capa interna de la piel para convertirla en cuero.
En la curtiembre los cueros se lavan y se sumergen para eliminar la sal y para restaurar las fibras a su forma natural y acondicionarlas para que absorban los agentes del curtido con facilidad. Las pieles se sumergen en una solución de cal o en un preparado enzimático para aflojar el pelo. A continuación, se ponen a través de una máquina de depilación. Las pieles se colocan luego en agua tibia, enzimas y un agente neutralizador. Después de la neutralización, se lavan con agua fría y escurren, luego se ponen a secar.
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