En la leucemia estas nuevas células son cada vez más numerosas y se encuentran en todos los tejidos del cuerpo. Esta producción anormal de las células cambia el contenido de la sangre. En algunos pacientes la enfermedad progresa lentamente, lo que es la leucemia crónica. En otros pacientes las células no están bien formadas y se producen más rápidamente, lo que se llama leucemia aguda. La leucemia crónica por lo general ocurre entre los veinte y cuarenta años de edad. La leucemia aguda es más frecuente en personas menores de veinticinco años de edad.
Las víctimas de leucemia tienen pérdida de apetito, pérdida de peso, un poco de fiebre, dolor de huesos y anemia leve. Son débiles, pálidos y se cansan con facilidad. El bazo y el hígado a menudo se agrandan.
El médico depende de los resultados de laboratorio para el diagnóstico. Las muestras de médula ósea y la sangre son examinadas. En la leucemia estas muestras contienen un número anormal de glóbulos blancos y un número reducido de glóbulos rojos y las plaquetas son inmaduras e imperfectas.