Hace mucho tiempo que era costumbre en algunos países llamar a un astrólogo cuando nacía un bebé. El astrólogo tenía la virtud de "leer las estrellas" y por medio de ellas vaticinaba el futuro del bebé. Les decía a los padres del niño si éste sería valiente o tímido, fuerte o débil, rico o pobre. "La lectura de las estrellas" significaba sobre todo interpretar la posición de los planetas entre las estrellas en vaticinios. Los astrólogos también predecían cosas como las guerras y las hambrunas. Durante siglos hubo un astrólogo en la corte de casi todos los reyes.
La astrología no es una ciencia. Los científicos están de acuerdo que las estrellas no tienen nada que ver con la suerte de las personas o naciones. Los astrólogos de la antigüedad predijeron muchas cosas que nunca se cumplieron. Pero, incluso ahora, todavía hay muchas personas que creen en la astrología.
A diferencia de la astrología, la astronomía sí es una ciencia, por lo que es el verdadero estudio de las estrellas. Es una ciencia antigua. Sin embargo, muchos de los primeros astrónomos tenían que ganarse la vida mediante la práctica de la astrología.