La superficie de la Tierra está partida en grandes piezas llamadas placas tectónicas, que encajan como un rompecabezas. Hay nueve grandes placas y varias más pequeñas.
Si la altura de una montaña se midiera desde la base hasta la cima, no sería el Everest sino el Mauna Kea, con 10.173 metros de altura, la montaña más alta del mundo.
En el mundo se producen millones de terremotos al año, aunque la mayoría son tan débiles que ni siquiera nos enteramos que han ocurrido.
La cordillera oceánica del centro del Atlántico es una cadena montañosa submarina tan larga como las Montañas Rocosas, los Andes y el Himalaya juntos.
En algunos sitios, siglos y siglos de erosión se han llevado montañas enteras.
Sin los gases de invernadero, todo el calor regresaría al espacio y la temperatura media de la Tierra sería unos 35 grados más fría.
Cuando hace mucho frío, el agua que cae del cielo se convierte en nieve o granizo. El granizo son bolas de hielo y pueden llegar a ser tan grandes como huevos.