Beber agua es bueno porque el cuerpo la necesita para funcionar correctamente. Tenemos agua en el cerebro, la sangre, las articulaciones y otros sitios. Y todos los días perdemos mucha, por ejemplo, cuando sudamos o vamos al baño. Para compensarlo, hay que beber más agua y comer alimentos que la contengan, como frutos verduras o sopa.
No se ha determinado la cantidad exacta de agua que debe tomar un individuo sano, aunque una mayoría de expertos considera que unos 6-7 vasos de agua diarios (aproximadamente dos litros) es el mínimo necesario para mantener una adecuada hidratación. La literatura médica defiende un menor consumo, típicamente un litro de agua diario para un individuo varón adulto, excluyendo otros requerimientos posibles debidos a la pérdida de líquidos causada por altas temperaturas o ejercicio físico. Una persona con los riñones en buen estado tendrá dificultades para beber demasiada agua, pero —especialmente en climas cálidos y húmedos, o durante el ejercicio— beber poco también puede ser peligroso.