Un cometa nos parece como un punto brillante y difuso en el cielo, seguido por una cola larga igualmente brillante. Aunque no vemos muy a menudo los cometas, hay cerca de 2 millones de ellos en nuestro Sistema Solar. Se propagan a velocidades que van de 1.100 km por hora en el espacio exterior a velocidades de 2.000.000 de kilómetros por hora cerca del Sol.
Durante muchos años, los científicos pensaron que un cometa se componía de pequeños trozos de materia sólida que se mantenía junta como una consecuencia de la gravedad. Hoy, sin embargo, la teoría ha cambiado. Un cometa se cree que está formado por gases congelados y agua helada mezclada con partículas de polvo y pedazos más grandes de metales y rocas.
Un cometa tiene dos partes bien diferenciadas que son visibles, ya sea a simple vista o en un telescopio. Estas dos partes son la cabeza y la cola. La cabeza de un cometa tiene un centro definido, o núcleo, que es relativamente pequeño (unos 16 km de ancho). En los alrededores del núcleo hay una nube difusa, llamada coma. La coma puede medir hasta 1.600.000 km de ancho!
Las comas se cree que se forman cuando el agua congelada y los gases congelados se evaporan del núcleo del cometa cuando éste se encuentra cerca del Sol. Al mismo tiempo, los gases y partículas de polvo se apartan de la coma para formar la cola.
El cometa más conocido es el cometa Halley, que se puede ver en la Tierra a medida que viaja en su órbita alrededor del Sol cada 75-76 años. Fue visto por última vez en 1986.
Se supone que los cometas tienen dos orígenes diferenciados en nuestro Sistema Solar, el Cinturón de Kuiper, un disco plano helado de escombros estelares, situado a unos 50 unidades astronómicas (UA), y la Nube de Oort, una esfera de cuerpos cometarios, cuyo borde interno está situado a unas 50.000 UA. Los cometas de ciclo corto, con una órbita que toma un tiempo inferior a 200 años, proceden, por lo general, del cinturón de Kuiper; mientras que los de ciclo largo, como el Hale-Bopp, cuya órbita toma un tiempo de miles de años, parece que proceden de la nube de Oort. El cometa Halley es inusual, puesto que es de ciclo corto, aunque su origen se sitúa en la nube de Oort, y no en el cinturón de Kuiper. Su órbita indica que originalmente fue de ciclo largo, pero que ha sido capturado por la atracción gravitatoria de los gigantes gaseosos, de forma que ha quedado atrapado en el interior del Sistema Solar.
La cola de un cometa puede extenderse 160.000.000 km a través del espacio.