En 1870 ingenieros británicos inventaron el velocípedo. Debido al gran diámetro de la rueda delantera (hasta 1,5 m), con cada giro de los pedales la bicicleta avanzaba mucho. Por desgracia, esta bicicleta era poco estable y se producían frecuentes accidentes. Por eso, desde que en 1885 se inventó la bicicleta de seguridad, el velocípedo fue quedando relegado al olvido.