En 1972, en Japón, alguien crió un pollo ornamental el cual tenía una cola cuyas plumas medían 10,59 metros ó 34,75 pies.
Entre las aves silvestres las plumas más largas le pertenecen a una especie de faisán (Rheinardia ocellata) cuyas plumas de la cola comúnmente llegan a medir 1,80 m.