Los antiguos griegos inventaron las norias hacía el año 100 a. C. Estas norias giraban sobre sí mismas impulsadas por la corriente de cursos de agua y accionaban unas muelas para hacer harina. Antes de 30 a. C., los romanos ya construían inmensas norias para accionar molinos de agua. Este tipo de norias se siguieron construyendo así durante muchos siglos.