La energía solar es aquella que procede directamente del Sol. El Sol emite gran cantidad de luz y calor. Ya en el 400 a. C. se utilizaban lentes para concentrar los rayos del sol en el combustible para encender el fuego. En el año 4 a. C., los romanos construían baños con grandes fachadas orientadas hacia el sur para captar el calor del sol. En la actualidad, la energía solar se recoge y aprovecha para calentar agua y edificios, y también para generar electricidad.