La primavera de 1816 no trajo consigo el buen tiempo habitual para el este de Estados Unidos. De hecho, el invierno pareció extenderse más allá de la primavera, ¡por lo que el verano no llegaba!
En Massachusetts, la temperatura bajó terriblemente a principios de junio cuando cayó una nevada. Los cultivos y el ganado murieron. Entonces el frío desapareció, y los agricultores empezaron a replantar, sólo para que sus cultivos se perdieran de nuevo por otra ola de frío a principios de julio.
Luego el 20 de agosto, otra ola de frío golpeó el este de los Estados Unidos. El 17 de septiembre, una nueva helada golpeó el área, y el invierno le siguió poco después. La gente en Estados Unidos y Europa, que también sufrió de clima frío aquel verano, llamaron a 1816 "el año sin verano".
Los científicos creen que el clima inusualmente frío de 1816 fue causado por grandes cantidades de partículas de polvo y ceniza arrojados en el aire por los volcanes que hicieron erupción durante los dos años anteriores. Estas partículas de polvo bloquearon parte del calor del sol.