A veces una persona que vaga en el desierto puede estar tan sedienta y afectada por el sol que empieza a ver cosas que no están allí. En este caso se trata de una alucinación, y no un espejismo, porque los espejismos realmente existen, y pueden ser vistos por cualquiera en el momento en que aparecen.
Un espejismo es un truco de la naturaleza. En un desierto, hay una capa de aire caliente muy densa sobre la tierra. Esta capa de aire desvía los rayos de luz que pasan a través de ella, lo que distorsiona las imágenes de objetos distantes.
A veces, una montaña distante parece flotar en el aire, y otras veces, los rayos de luz que rebotan de los objetos más allá del horizonte rebotan atrás y adelante en la capa de aire denso, y luego los objetos parecen estar mucho más cerca de lo que en realidad están.
Por eso la gente en el desierto a veces ve lagos que resultan ser espejismos, el reflejo del agua más allá del horizonte o del propio cielo.
Los espejismos se pueden ver en el mar y en las regiones polares también.