Inventado en la década de 1950, el láser es la fuente más poderosa de energía que el hombre ha descubierto. Para crear un rayo láser, la luz es enfocada sobre un cristal de rubí que se mantiene muy frío.
La luz estimula a ciertos átomos en el rubí que emite una luz roja muy fuerte. Esta luz se puede enfocar en un haz tan potente que puede crear un agujero en un diamante ¡en tan sólo 1/5.000 de segundo!