Cualquier sólido puede cambiar a un líquido si se calienta lo suficiente, y la temperatura a la cual un sólido se convierte en un líquido se llama el punto de fusión de dicha sustancia.
La temperatura a la cual un líquido se convierte en un gas se denomina punto de ebullición. El punto de congelación del agua es a los cero grados C, que es cuando el agua se convierte en hielo; y a los 100 °C (ésto al nivel del mar), se convierte en gas o vapor de agua. Las moléculas de vapor se mueven mucho más rápido que las moléculas de agua, mientras que las moléculas de hielo casi no se mueven en absoluto.
El helio tiene el punto más bajo de fusión de cualquier elemento. Se convertiría en un sólido a −272.20 °C sólo si se somete a una gran presión. El tungsteno tiene el punto de fusión más elevado entre los metales, no se convierte en un líquido hasta que ¡la temperatura alcanza los 3.410 °C.
Sin embargo, no es el tungsteno el elemento con el punto de fusión más alto, ese honor le pertenecece al carbono, que bajo presión atmósferica no llega fundirse sino que se sublima a una temperatura de 3.642 °C.