El 9 de octubre de 2005 Los Bravos de Atlanta y los Astros de Houston entraron al terreno de juego en la Serie Divisional de la Liga Nacional, destinados a establecer el récord para el juego más largo de postemporada de las Ligas Mayores, tanto en entradas como en tiempo.
Después de las 9 entradas regulares, el juego estaba empatado 6 a 6.
Chris Burke conectó un jonrón en la parte inferior de la entrada 18 dando la victoria a los Astros, para finalmente poner fin al juego de postemporada más largo de Grandes Ligas.
El récord anterior con mayor cantidad de entradas fue establecido en el juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 1986, cuando los Mets y los Astros se fueron a 16 entradas.
El juego duró 5 horas y 50 minutos superando por 1 minuto al juego que previamente era el de mayor duración en playofs: entre los Mets y los Bravos en 1999.