Seguramente has visto fotos de copos de nieve, y sabrás que no hay dos copos que sean iguales.
¿Alguna vez te has preguntado cómo los científicos estudian los copos de nieve? Después de todo, la mayoría de los copos tienen sólo una fracción de un centímetro de ancho, y se derriten tan pronto como una persona los toca.
Desde 1940, los científicos han tenido una manera ingeniosa de estudiar la estructura de los copos de nieve, aunque no siempre pueden estudiar los propios copos. Difunden un compuesto químico sobre una placa de vidrio y dejan que un copo de nieve caiga allí.
El compuesto cubre inmediatamente la escama y se endurece. Cuando se funde el copo, deja detrás una carcasa de plástico ¡que muestra su estructura exacta!