Se ha descubierto que la hormona oxitocina, la famosa hormona del amor que se sabe promueve el contacto social, podría utilizarse en el tratamiento de problemas psiquiátricos como el autismo o la fobia social, según una investigación realizada por el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y del Welcome Trust Functional Imaging Laboratory de Londres publicado en la revista Journal of Neuroscience.
La hormona oxitocina es un neuropéptido segregado por el cuerpo cuando, por ejemplo, recibe un masaje, en el parto o durante la lactancia, y que tiene efectos relajantes y analgésicos. Además, según varios estudios realizados en animales, la oxitocina aumenta la interacción social entre individuos, como en el apareamiento, por su influencia directa sobre la amígdala, zona importante para la interacción social y para detectar amenazas emocionales en el entorno.