¿Alguna vez te preguntaste por qué, cuando una persona se corta, toda la sangre en su cuerpo no se sale de ese corte? Lo que detiene la sangre que está fluyendo es un proceso denominado coagulación.
Tan pronto como un vaso sanguíneo se corta, la sangre comienza a producir pequeños hilos de proteínas que forman una especie de red, que detiene la sangre restante hasta que el cuerpo pueda reparar el corte.
Pero algunas personas no tienen esta capacidad de formar coágulos de sangre. A tal padecimiento se le llama hemofilia, la "enfermedad sangrante." Para una persona con hemofilia, un simple corte o rasguño puede ser muy peligroso, pues el cuerpo puede perder una gran cantidad de sangre a través del corte.
Esta enfermedad es rara, pero en los siglos pasados era común entre las familias reales de Europa. Esto se debe a que los miembros de estas familias a menudo se casaban entre sí, y la hemofilia es una enfermedad hereditaria. Sólo los hombres pueden sufrir de hemofilia, pero una mujer puede llevar la enfermedad y transmitirla a su hijo.
La reina Victoria de Inglaterra era portadora de la hemofilia, ¡y transmitió la enfermedad a muchos de sus descendientes!