Un médico toma el pulso de una persona apretando un vaso sanguíneo en la muñeca y cuenta el número de latidos o pulsos que siente en un minuto. Sin embargo, la frecuencia del pulso puede ser tomada sintiendo los latidos en muchas otras partes del cuerpo también.
Cada vez que el corazón late, envía una pulsación a través de las arterias. Esta pulsación - el pulso - indica la frecuencia con que el corazón está latiendo, y esa información puede mostrarle al médico la fortaleza del corazón y muchas otras cosas acerca del cuerpo en general.
Una persona sana tiene un pulso de alrededor de 75 latidos por minuto.
Las criaturas más pequeñas necesitan una mayor tasa de pulsaciones, porque pierden más calor a través de sus cuerpos que las criaturas de mayor tamaño.
Un ave pequeña puede tener un pulso de hasta casi 200 latidos por minuto, ¡mientras que un elefante tiene una tasa de sólo 25 latidos por minuto!