A veces, cuando los dedos o las orejas se ponen muy fríos, incluso insensibles, se puede decir que están congelados. Sin embargo, la congelación es realmente un hecho muy grave, y requiere atención médica.
En climas muy fríos, la piel de los dedos de las manos y pies o las orejas pueden volverse tan fría que la sangre deja de fluir a la misma. Esta es la forma del cuerpo de ahorrar la sangre caliente para el resto de sus células. Pero cuando la sangre deja de llegar a cualquier parte del cuerpo, también lo hace el oxígeno. Y sin oxígeno, las células de esa parte del cuerpo comienzan a morir.
La congelación grave puede llevar a la gangrena, que es la muerte de los tejidos debido a la falta de oxígeno. Una vez que una parte del cuerpo es afectada con gangrena, no puede ser salvado. La gente ha perdido sus dedos tanto de las manos como de los pies por la gangrena que a veces sigue a la congelación.
Si una persona cree que sus dedos o sus orejas están congeladas, debe consultar a un médico de inmediato. El médico tratará la congelación mediante la aplicación de calor suavemente hacia el área congelada.