En francés, un sabot es un zapato de madera. Muchas personas creen que la palabra sabotaje se originó en el siglo XIX, cuando los trabajadores franceses arrojaban sus zapatos de madera en la maquinaria, a fin de cerrar las fábricas.
Pero la palabra sabot también era utilizada para las piezas metálicas que sujetaban los rieles del ferrocarril en los durmientes de madera. Durante una huelga de ferrocarriles en Francia, algunos trabajadores cortaban estos sabots para detener las operaciones de los trenes.
Hoy en día, la palabra sabotaje se utiliza para la destrucción deliberada de maquinaria, ferrocarriles, puentes u otras estructuras, especialmente por los trabajadores o por los agentes del enemigo en tiempos de guerra.
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