En la mitología griega, Eco era una joven hermosa. Pero uno de los dioses se molestó porque la joven ninfa hablaba demasiado, y la condenó a no hablar nunca más, salvo para repetir las últimas palabras que había oído.
Entonces Eco se enamoró de un joven llamado Narciso. Cuando él no correspondió a su amor, ella se puso triste y con el tiempo se consumió, hasta que sólo quedó su voz.
Según la mitología griega, ¡es la voz de la ninfa Eco que escuchamos, repitiendo nuestras palabras, cada vez que oímos un eco!
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