El emperador Sutoku gobernó Japón durante el siglo XII.
Cuando lo quitaron del poder obligándole al exilio, se dio al trabajo de copiar un trabajo religioso budista, esperando que Buda lo recompensaría devolviéndole el trono. ¡Sutoku escribió el libro de 10.000 palabras usando su propia sangre como tinta!
Poco después de acabar el libro, su deseo le fue concedido. Pudo volver al trono y gobernar Japón por otros 20 años.
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