Un globo se eleva porque tiene flotabilidad, un poder de elevación que le da el gas en su interior. Algunos gases son más pesados que el aire y algunos otros son más ligeros.
Es sólo cuando un globo se llena con un gas más ligero que el aire que empezará a elevarse. El gas más común para llenar los globos es el helio.
Un globo lleno de helio quedará suspenso en el aire mientras el gas dentro y el equipo que está unido a él (canasta, cuerdas, etc) pesen menos que el aire en el que están flotando.
El globo se elevará hasta llegar a una altura, donde el peso del aire fuera del globo esté en equilibrio con el peso del aire dentro de él. En ese momento, comienza a flotar.
Poco a poco, sin embargo, el gas en el interior se empieza a fugar y el globo comienza a descender a tierra.
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