El vinagre se crea por un cambio químico llamado fermentación. Durante la fermentación, el azúcar en el vino o jugo se transforma en alcohol y gas. Cuando el gas se evapora, deja sólo el alcohol y un sabor a frutas.
El siguiente paso en el proceso de fermentación se le llama oxidación, cuando el oxígeno en el aire se mezcla con ciertas bacterias en el alcohol, éste se cambia en vinagre.
La fermentación tiene lugar cuando el líquido se encuentra en grandes barriles de madera. Estos barriles tienen agujeros para permitir la circulación del aire. Dado que el alcohol en el jugo o vino es más ligero que el resto del líquido, se eleva a la parte superior del barril.
En la parte superior, el alcohol entra en contacto con el aire y forma ácido acético. Este ácido aumenta el peso del alcohol, llevándolo a la parte inferior del barril en la forma que conocemos como vinagre.
Puede tomar de uno a dos años para que un barril de vino o jugo fermente naturalmente en vinagre.
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