Las exportaciones

   Una de las funciones más importantes del comercio internacional es enviar mercan­cías de un país a otro.
Se llama exportador al país que las en­vía e importador al que las recibe. Este comercio existe sólo en sociedades con cierto grado de progreso. No se conocía entre los grupos humanos primitivos. En­tonces cada tribu o cada familia producía sólo lo suficiente para satisfacer sus pro­pias necesidades.
   Para que un país pueda exportar cerea­les, por ejemplo, deberá tener una agri­cultura desarrollada. Entre los antiguos, los fenicios y los árabes se dedicaron a llevar mercancías de un país a otro, ya no sólo accidentalmente, sino como una pro­fesión. Las exportaciones en gran escala fueron hechas después por los venecianos, que practicaban el comercio entre Europa y Asia. Cuando se abrieron las rutas marí­timas para las Indias y después para el Nuevo Mundo, los mayores comerciantes y navegantes fueron los portugueses y los españoles. Más tarde, los holandeses, fran­ceses e ingleses.
   En la actualidad, el mundo entero man­tiene el comercio entre todos los países, y la riqueza de cada nación puede medirse por la cantidad, la calidad y la organiza­ción de sus exportaciones. La exportación de los productos naturales y sobre todo de los productos transformados por la indus­tria es el medio normal de hacer llegar al país exportador el oro extranjero o la mo­neda internacional que regula el comercio mundial.